Estoy segura de que la mayoría de nosotras, cuando escuchamos la palabra ‘algodón’ pensamos inmediatamente en ropa o en textiles en general, en las etiquetas 100% algodón, en las sábanas blancas de la abuela, en nuestra camiseta preferida o en ese colorido pareo que, a falta de playa, hemos usado para andar por casa durante tooodo el verano 😉
Pues como expertas en cosmética natural y como amantes de descubrir nuevas maravillas y de experimentar con ingredientes de belleza exquisitos, hoy desde Alice in Beautyland os queremos explicar otro uso del algodón un poco menos conocido que el del mundo textil, queremos hablar de su utilización en cosmética que, además, puedes experimentar de primera mano cuando usas nuestros labiales KISS ME.
LA PLANTA DEL ALGODÓN
Empecemos por el principio. La planta de la cual se extrae el algodón pertenece al género Gossypium, dentro del cual se pueden encontrar hasta 40 especies de arbustos diferentes y las especies más cultivadas son la Gossypium hirsutum (la más ampliamente cultivada), la G. arboreum, la G. barbadense (conocida como algodón de Egipto) y G. herbaceum (algodón indio). La mitad del algodón que se utiliza en el mundo procede solamente de tres países, Estados Unidos, China y la India que, junto con Brasil, son los mayores productores. Sin embargo, también destaca por su buena calidad el que proviene de América del Sur y de otros países asiáticos y que suele exportarse hacia Europa.
En cuanto a la estructura de la planta del algodón, esta presenta un tallo central del que parten gran cantidad de ramas y da flores que pueden tener diferente tonalidad, desde el blanco o el amarillo hasta el morado, dependiendo de la especie.
Lo que comúnmente llamamos algodón, esa fibra blanca, suave y esponjosa, se encuentra formando una sucesión de capas y capas de celulosa que crecen a partir de la cobertura de la semilla, rodeándola; estas capas al formarse se van enredando unas con otras, lo que facilita que se puedan convertir después en hilaturas que más tarde se tejerán para formar telas.
Y por último llegamos a las semillas de la planta. Al igual que ocurre con las semillas oleaginosas en general, las semillas del algodón tienen dos partes, una cáscara exterior que es dura y dentro de la cual encierra la pepita, que es de donde se extrae, por el método de presión en frío, el aceite de algodón del que os queremos hablar aquí.
PROPIEDADES DEL ACEITE DE ALGODÓN
Para quienes vivimos en el país del aceite de oliva, este producto, el aceite de algodón, nos resulta quizás menos conocido, pero en realidad resulta que es ampliamente usado tanto en alimentación (para la producción de margarinas, aderezos de ensaladas y como aceite para freír) como en la industria farmacéutica y cosmética para la formulación de jabones, cremas, champús y otros productos.
Este último uso, el cosmético, es el que nos interesa ahora mismo así que vamos a conocer cuáles son las propiedades que benefician nuestra piel:
- Repara y mejora la función barrera de la epidermis – en la composición del aceite de algodón destacan los ácidos grasos -especialmente linoleico, palmítico y oleico-, muy importantes para nosotros ya que nuestro organismo no los puede sintetizar por sí solo y es necesario obtenerlos del exterior, cosa que normalmente se consigue a través de la dieta, sin embargo no siempre es suficiente y nuestra piel, cuando hay falta de ácidos grasos responde muy rápido con sequedad, descamación y las consecuentes arrugas. Diversos estudios han demostrado que todos estos problemas mejoran visiblemente si se aplican por vía tópica aceites que contienen estos ácidos grasos -como es el caso del aceite de algodón- ya que hidratan, suavizan, dan flexibilidad y, muy importante, reparan la función barrera de las capas superficiales de la piel evitando así la pérdida de agua.
- Acción antiinflamatoria – cuando la estructura de la piel está dañada y no puede impedir su deshidratación, a menudo reacciona con dermatitis, que es un tipo de inflamación de la piel muy común. Diversos ensayos clínicos y otros estudios han conseguido demostrar que el ácido linoleico, aplicado por vía tópica a estas pieles irritadas y sensibles, actúa de manera eficaz eliminando los síntomas de la dermatitis ya que disminuye la pérdida transepidérmica de agua.
- Acción antiséptica y purificante – los ácidos linoleico y oleico han mostrado ser activos, tanto de manera independiente como ambos en sinergia, a la hora de inhibir la acción de varias bacterias y microbios, lo cual confiere al aceite de algodón una acción antimicrobiana eficaz.
- Y además, este aceite es rico en tocoferol (o vitamina E), que es un antioxidante capaz de actuar sobre nuestra piel protegiendo a los ácidos grasos presentes en las membranas celulares ante el deterioro oxidativo, de ahí su extrema importancia en formulaciones de cremas hidratantes y antienvejecimiento y de productos cosméticos para zonas especialmente sensibles a la deshidratación y propensas a la aparición de arrugas.
KISS ME
Y sí, en Alice in Beautyland también usamos este maravilloso aceite de algodón, el Gossypium Herbaceum Seed Oil, y lo hacemos, justamente, en los productos más nuevos de nuestra línea de maquillaje, la colección de labiales KISS ME que lanzamos en diciembre de 2019.
Son barras de labios que colorean, por supuesto, y con tonos alegres y súper modernos, pero además, los KISS ME protegen y cuidan la finísima piel de los labios, que es la primera en acusar la acción de las agresiones externas.
Además este año los labiales KISS ME han sido galardonados con el premio Global Makeup Awards 2021 como mejores labiales con la medalla de oro. El bálsamo labial ha recibido la medalla de bronce al mejor packaging.
Y el mayor premio de todos: Alice in Beautyland ha sido galardonada como la mejor marca de maquillaje lujo.
Si todavía no los has probado, ¡no esperes más!, están formulados pensando en ti. ❤️